27 de Febrero - Domingo
OCTAVO DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
La viga en el ojo
Saludo (Ver Segunda Lectura)
Demos gracias a Dios
por darnos la victoria sobre la muerte
por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Que el Señor Jesús Resucitado
esté siempre con ustedes.
Introducción del Celebrante
¿Por qué prácticamente todos nosotros nos damos cuenta de los defectos de los demás y sin embargo estamos ciegos a nuestras propias deficiencias? Contemplemos hoy a Jesús, que vino a redimirnos de nuestros pecados sin juzgar ni condenar sino reconociendo el bien que hay en el corazón humano y ofreciendo siempre una nueva oportunidad. Tenemos mucho que aprender de él. Pidámosle su bondad de corazón.
Acto Penitencial
Pidamos al Señor que no nos juzgue
con la medida con que juzgamos a los demás,
sino que nos perdone y nos dé bondad de corazón.
(Pausa)
Señor Jesús, tú sabes a dónde nos llevas
y estamos dispuestos a seguirte
por el camino de la vida y del perdón.
R/ Señor, ten piedad.
Señor Jesús, tú aceptas a las personas tal como son,
y las conviertes y las salvas.
R/ Cristo, ten piedad.
Señor Jesús, con la bondad de tu corazón
trajiste el perdón donde había odio,
y la alegría donde había tristeza.
R/ Señor, ten piedad.
Señor, te damos gracias por la curación que nos traes
con tu Amor perdonador.
Haznos pacientes como tú y guíanos a la vida eterna.
Oración Colecta
Oremos para que Cristo sea siempre
nuestra luz y guía .
(Pausa)
Amado Padre,
nos has dado a tu propio Hijo
como nuestro único Maestro y guía.
Él no vino a condenarnos
sino a perdonar y a salvar.
Danos ojos claros para mirar
en nuestros propios corazones y conciencias,
pero oscurécelos con las sombras del amor
cuando vemos las faltas de los que nos rodean.
Y que podamos inspirar a otros con nuestra vida cristiana.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Primera lectura (Ecl 27,4-7): El árbol se conoce por sus frutos
Así como la calidad del árbol se prueba en sus frutos, así también se conocen los seguidores de Jesús y su Evangelio: por su amor a Dios, su buen corazón y sus buenas obras.
Eclesiástico 27,4-7: No alabes a nadie antes de que razone
Cuando se zarandea la criba y quedan los residuos, así el desperdicio del hombre cuando discute; 5el horno prueba la vasija del alfarero, el hombre se prueba en su razonar, 6el cuidado de un árbol se muestra en el fruto, la mentalidad de un hombre en sus palabras; 7no alabes a nadie antes de que razone, porque ésa es la prueba del hombre.
Salmo 92: Es bueno dar gracias al Señor
Segunda lectura (1 Cor 15,54-58): Muerte, ¡estás derrotada!
En Cristo, la muerte y el pecado han sido derrotados de una vez y para siempre.
1 Corintios 15,54-58: Nos da la victoria por Jesucristo
Hermanos: Cuando lo corruptible se revista de incorruptibilidad y lo mortal de inmortalidad, se cumplirá lo escrito: La muerte ha sido vencida definitivamente. 55¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? 56El aguijón de la muerte es el pecado, el poder del pecado es la ley. 57Gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 58En conclusión, queridos hermanos, permanezcan firmes, inconmovibles, progresando siempre en la obra del Señor, convencidos de que sus esfuerzos por el Señor no serán inútiles.
Evangelio (Lc 6,39-45): Nuestra vida no debe opacar la luz del Evangelio
No debemos seguir a guías, líderes, personas o grupos que no saben a dónde van. Nosotros tenemos un único Pastor y guía. Y siguiéndolo, animamos a otros a seguirlo.
Lucas 6,39-45: El árbol se conoce por sus frutos
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: ¿Podrá un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en un hoyo? 40El discípulo no es más que el maestro; cuando haya sido instruido, será como su maestro. 41¿Por qué te fijas en la pelusa que está en el ojo de tu hermano y no miras la viga que hay en el tuyo? 42¿Cómo puedes decir a tu hermano: Hermano, déjame sacarte la pelusa de tu ojo, cuando no ves la viga del tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo y entonces podrás ver claramente para sacar la pelusa del ojo de tu hermano. 43No hay árbol sano que dé fruto podrido, ni árbol podrido que dé fruto sano. 44Cada árbol se reconoce por sus frutos. No se cosechan higos de los cardos ni se vendimian uvas de los espinos. 45El hombre bueno saca cosas buenas de su tesoro bueno del corazón; el malo saca lo malo de la maldad. Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
Oración de los Fieles
Jesús nos enseñó la misericordia infinita de Dios, que busca salvar a todos los hombres. Oremos para seguir su ejemplo: R/ Señor, guíanos por el camino de la vida.
Señor Jesucristo, abre los ojos de todos los espiritualmente ciegos que han perdido su camino en la vida. Por tu Amor y tu fuerza, guíanos a todos al Padre, que nos ama. Sé nuestro Maestro ahora y para siempre.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro,
tu Hijo Jesús trajo la luz a nuestras tinieblas:
abrió los ojos de los ciegos.
Danos a tu Hijo aquí en esta eucaristía
para que nos abra los ojos a tu Amor perdonador
y a tu bondad presente en las personas.
Concédenoslo en el nombre de Jesús, el Señor.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Con Jesús, damos gracias al Padre por su bondad: a través de Jesús, nos ha dado luz y vida, un objetivo por el que trabajar, un camino a seguir. Es una alegría para nosotros expresar nuestra gratitud.
Invitación al Padre Nuestro
Que ahora brote de la bondad de nuestro corazón
la oración que Jesús mismo nos enseñó:
R/ Padre nuestro...
Líbranos, Señor
Líbranos, Señor, de todo mal, sobre todo del mal del pecado.
Ayúdanos a ver la viga en nuestros propios ojos
y ser amables y comprensivos con los demás.
Guíanos en alegre esperanza hacia la venida en gloria
de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
R/ Tuyo es el Reino...
Invitación a la Comunión
Este es Jesús, el Cordero de Dios
que ha vencido a la muerte y al pecado
y nos conduce a la Resurrección.
Felices somos por recibir la comida y la bebida de la Vida.
R/ Señor, no soy digno...
Oración después de la Comunión
Dios, Padre nuestro,
has servido para nosotros la comida de la amistad
sin tener en cuenta nuestras faltas.
Haz que, de igual manera nos acojamos los unos a los otros
en la vida cotidiana
y que cubramos los defectos de los otros con el manto del amor.
Que venzamos el mal con el bien y traigamos tu paz a esta Tierra.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición
Jesús nos ha llamado hoy a dejar de buscar faltas en los demás mientras olvidamos alegremente nuestros propios errores y fracasos. Seamos amables unos con otros, como Dios ha sido bueno y amable con nosotros. Con la bendición de Dios todopoderoso, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.