Sábado 21 de Septiembre, 2024
24 Semana en Tiempo Ordinario
SAN MATEO, Apóstol y Evangelista
Introducción
Mateo, a pesar de ser un despreciable recolector de impuestos, calificado tan bajo como un pecador público o como un pagano, llega ser un apóstol de Jesús. Él es una prueba viva de que Jesús vino a llamar a los pecadores. Y entre los apóstoles es uno de los dos evangelistas que dieron testimonio de Cristo, no sólo con su trabajo y su vida, sino también con sus escritos: el formidable evangelio. Mateo está con nosotros hoy para fortalecer nuestra fe. Nos muestra cómo, en Jesús, se cumplen las Escrituras, y cómo nuestras comunidades de hoy, igual que las suyas hace ya tanto tiempo, tienen que poner en práctica la Buena Noticia de Jesús.
Oración Colecta
Señor Dios misericordioso:
Tú nos muestras hoy
en tu apóstol y evangelista Mateo
cómo avergüenzas a los petulantes e hipócritas
y cómo llamas a los pecadores a la tarea
de llevar al mundo la Buena Noticia de tu Hijo.
Perdona nuestra soberbia, y danos la certeza
de que podemos contar contigo y con tu amor
porque somos débiles y pecadores.
Que sepamos compartir tu mensaje y tu vida
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Primera Lectura: Efesias 4,1-7.11-13: Ha constituido apóstoles, evangelistas
R. Aleluya, aleluya.
Señor, Dios eterno, alegres te cantamos,
a ti nuestra alabanza.
A ti, Señor, te alaba el coro celestial de los apóstoles.
R. Aleluya.
Evangelio: Mateo 9,9-13: ¡Sígueme! Él se levantó y le siguió
En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió.
Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos pu¬bli¬canos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa: Yo quiero misericordia y no sacrificios. Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".
Oración de los Fieles
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro, Padre misericordioso:
Tu Hijo Jesús comía
con recaudadores de impuestos y con pecadores
porque lo necesitaban espiritualmente.
Nosotros te presentamos ahora
este pan y este vino,
para que el mismo Jesús se siente a la mesa con nosotros
porque también lo necesitamos.
Acepta su sacrificio y el nuestro
para que se nos perdonen los pecados
y para que vivamos siempre en tu Amor,
ahora y por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro, Padre misericordioso:
Por medio de tu Hijo, que está entre nosotros,
ayúdanos a ser afables y compasivos
sin condenar a nadie,
ya que tú has sido bondadoso con nosotros.
Y no permitas que nos jactemos
de nuestros logros y éxitos humanos,
ya que todo lo que somos y hacemos
lo debemos a tu gracia y a tu llamado,
en Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: a llamar no a los justos sino a los pecadores”. Que estas palabras de Jesús cambien nuestra mirada sobre nosotros mismos y sobre nuestras hermanas y hermanos. Haznos pacíficos y comprensivos para con todos. Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, desciendasobre nosotros y permanezca para siempre. El Señor nos ha recordado hoy: “Lo que deseo es misericordia, no sacrificio. He venido