Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

Primer Domingo de Cuaresma

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18 de Febrero 2024

 

PRIMER DOMINGO DE CUARESMA

 

Tentado en el desierto

 

“Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia de la Salvación”


Saludo (Ver el Evangelio)

Jesús, el Señor, está con nosotros hoy y nos proclama su Palabra:
"Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios:
Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia de la Salvación".
Que escuchemos todos su Palabra y que él esté siempre con ustedes.

 

Tentado en el desierto

¿Nos sorprende acaso el que a veces seamos tentados a hacer el mal que no queremos hacer, o a descuidar o abandonar el bien que deberíamos hacer? Estamos en buena compañía; nada menos que con Pablo y con Jesús. San Pablo se queja de sus dificultades para resistir a la atracción del mal. Y nada menos que Jesús fue tentado. De su ejemplo y de su gracia podemos sacar la fuerza para vencer cualquier tentación que se nos cruce en el camino, ya que él las ha vencido ya por nosotros.

 

“Arrepiéntanse y crean en la Buena Noticia de la Salvación”

Al comenzar la Cuaresma, el mensaje urgente que se nos dirige hoy es: "¡Arrepiéntanse! ¡Cambien el corazón, conviértanse!" Pero ¿a quién le gusta cambiar sus hábitos y costumbres, su mentalidad, su estilo de vida? Preferiríamos quedarnos solos e ir a nuestro aire por los viejos caminos. Hasta Jesús mismo fue impulsado por el Espíritu –sí, por el Espíritu– al desierto, para allí ser tentado, para percibir claramente su propia identidad, cuál era su tarea y cómo la gente y los acontecimientos tratarían de desviarlo de su misión. Pero Jesús fue más fuerte que la tentación y que el pecado. Que su Espíritu nos convierta, para que logremos ser aquello para lo que hemos sido llamados, y para que hagamos lo que tenemos que hacer como cristianos. Que él nos ayude a superar nuestras tentaciones y nos haga más fuertes que el pecado.

 

Acto Penitencial

Pidamos al Señor, nuestro Dios,

que no nos deje caer en la tentación.

(Pausa)

Señor Jesús, tú fuiste tentado en el desierto.

Ayúdanos con tu fuerza a vencer las tentaciones

y a permanecer siempre fieles a ti.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.

 

Cristo Jesús, tú te entregaste a la muerte

por nuestros pecados.
Guarda nuestra fe y nuestro amor siempre vivos,

para que contigo sirvamos a Dios y a nuestros hermanos.
R/ Cristo, ten piedad de nosotros.

 

Señor Jesús, tu vida consistió en hacer

la voluntad de tu Padre.
Haz que sintonicemos con el plan

que Dios tiene para nosotros y para el mundo.
R/ Señor, ten piedad de nosotros.

 

Oh Dios Padre,

danos la gracia de arrepentirnos sinceramente,

y sé misericordioso con nosotros.
Conviértenos a ti y a nuestros hermanos

y llévanos a la vida eterna.


Oración Colecta (Dos opciones)


1. Tentado en el Desierto

Oremos para, que durante esta Cuaresma,
nos volvamos plenamente a Dios y a nuestros hermanos.

(Pausa)

Oh Dios de la Alianza de Amor:
tú nos invitas a seguir a tu Hijo.
Mientras recordamos
cómo fue conducido por el Espíritu al desierto,
que él abra nuestros ojos para ver
las tierras yermas del mal
que hemos creado en nuestro mundo.
Ayúdanos a orar en soledad,
a sentir hambre por todo lo bueno
y a vencer nuestras tentaciones.
Que aprendamos de Jesús
a creer en la Buena Noticia de Salvación
y a dar forma y crecimiento 
a tu Reino de verdad, de justicia
y de desinteresado y generoso amor.
Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.

 

2. “Arrepiéntanse y crean en la Buena Nueva de la Salvación”

Oremos para que estos cuarenta días de Cuaresma
sean para nosotros un tiempo de gracia.

(Pausa)

Dios de misericordia:
Tú nos otorgas los cuarenta días de Cuaresma
para que lleguemos a ser conscientes
del desierto de nuestro corazón.
Gracias por permitirnos estar cerca de ti
con una vida marcada por las cicatrices
de nuestras derrotas y fracasos
y las que otros nos causaron.
Sánanos, Señor, y perdónanos;
haznos de nuevo íntegros y sanos.
Danos la fuerza de Jesús
para que seamos fieles a ti
y vivamos los unos para los otros.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo, nuestro Señor.

 

Primera Lectura (Gén 9,8-15): Alianza de Dios con Noé

Tenemos la promesa de Dios de que nunca destruirá la obra de sus manos. Su Alianza es firme, como nos recuerda el arco iris.

 

Primera lectura: Gn 9,8-15

En aquellos días, dijo Dios a Noé y a sus hijos: "Ahora establezco una alianza con ustedes y con sus descendientes, con todos los animales que los acompañaron, aves, ganados y fieras, con todos los que salieron del arca, con todo ser viviente sobre la tierra. Ésta es la alianza que establezco con ustedes: No volveré a exterminar la vida con el diluvio, ni habrá otro diluvio que destruya la tierra".

Y añadió: "Ésta es la señal de la alianza perpetua que yo establezco con ustedes y con todo ser viviente que esté con ustedes: pondré mi arco iris en el cielo como señal de mi alianza con la tierra, y cuando yo cubra de nubes la tierra, aparecerá el arco iris y me acordaré de mi alianza con ustedes y con todo ser viviente. No volverán las aguas del diluvio a destruir la vida".
 

Salmo Responsorial

Salmo 24, 4bc-5ab. 6-7bc. 8-9
 
R. (cf. 10) Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Descúbrenos, Señor, tus caminos,
guíanos con la verdad de tu doctrina.
Tú eres nuestro Dios y salvador
y tenemos en ti nuestra esperanza.  
R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Acuérdate, Señor, que son eternos
tu amor y tu ternura.
Según ese amor y esa ternura,
acuérdate de nosotros.  
R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.
Porque el Señor es recto y bondadoso,
indica a los pecadores el sendero,
guía por la senda recta a los humildes
y descubre a los pobres sus caminos.  
R. Descúbrenos, Señor, tus caminos.


Segunda Lectura (1 Pedro 3,18-22): Uno con Cristo en el Bautismo

A los cristianos desalentados, Pedro les escribe: “Cristo también ha experimentado sufrimiento y muerte, pero resucitó. Ustedes son uno con él por el Bautismo, y los salvará”.

 

Hermanos: Cristo murió, una sola vez y para siempre, por los pecados de los hombres; él, el justo, por nosotros, los injustos, para llevarnos a Dios; murió en su cuerpo y resucitó glorificado. En esta ocasión, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados, que habían sido rebeldes en los tiempos de Noé, cuando la paciencia de Dios aguardaba, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron flotando sobre el agua. Aquella agua era figura del bautismo, que ahora los salva a ustedes y que no consiste en quitar la inmundicia corporal, sino en el compromiso de vivir con una buena conciencia ante Dios, por la resurrección de Cristo Jesús, Señor nuestro, que subió al cielo y está a la derecha de Dios, a quien están sometidos los ángeles, las potestades y las virtudes.
 

Aclamación antes del Evangelio

Mt 4, 4
 
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
No sólo de pan vive el hombre,
sino también de toda palabra
que sale de la boca de Dios.
R. Honor y gloria a ti, Señor Jesús.


Evangelio (Mc 1,12-15): “Arrepiéntanse y crean”

Jesús resume su misión en estas palabras: "Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Arrepiéntanse y crean en la Buena Nueva de la Salvación". Y nos repite estas palabras a nosotros hoy.

 

En aquel tiempo, el Espíritu impulsó a Jesús a retirarse al desierto, donde permaneció cuarenta días y fue tentado por Satanás. Vivió allí entre animales salvajes, y los ángeles le servían.

Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía: "Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio".


Oración de los Fieles

Respondamos al llamado de Cristo nuestro Señor, que nos invita a arrepentirnos y a creer en la Buena Noticia de la Salvación. Y digamos: R/ Señor, escucha el grito de tu Pueblo.

  • Por la comunidad de la Iglesia. Para que permita que el Espíritu Santo la renueve siempre, rechace las tentaciones de poder y de codicia y lleve a todos la Buena Noticia del perdón de Dios, roguemos al Señor.
  • Por los que han dejado de practicar su fe. Para que puedan encontrar el camino de regreso a la Iglesia y vuelvan al Señor y a su Evangelio, roguemos al Señor.
  • Por los que están confrontando decisiones importantes en su vida. Para que escojan los caminos de la justicia y del amor y en todo busquen la voluntad de Dios, roguemos al Señor.
  • Por los jóvenes y adultos que se están preparando para el Bautismo y por los que los ayudan en esa preparación. Para que el Señor les dé paz y alegría, roguemos al Señor.
  • Por los que están atravesando desiertos de sufrimiento, decepciones y fracasos. Para que el Espíritu Santo les dé fortaleza para superar sus problemas, roguemos al Señor.

Señor, Dios nuestro, toca el corazón de todos y cada uno de nosotros para hacernos volver totalmente a ti y para vivir la Buena Noticia de Jesucristo, nuestro Señor.

Oración sobre las Ofrendas

Oh Dios y Padre nuestro:
Este pan y este vino que te presentamos
proceden de tus manos generosas
y, en esta eucaristía,
nos los entregarás una vez más
como pan y bebida de vida eterna.
Tómanos también a nosotros;
acéptanos tal como somos;
pero no nos dejes acabar este banquete
sin habernos transformado más todavía
según la imagen y semejanza de Jesús,
Hijo tuyo y hermano nuestro.
Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.


Introducción a la Plegaria Eucarística

     Con Jesús entre nosotros ¿qué tenemos que temer? Alabemos y demos gracias a nuestro Padre por darnos a su Hijo, Jesús, el Señor.

Invitación al Padre Nuestro

Movidos por el Espíritu de Jesús,
pidamos al Padre de todos
que nos dé la fortaleza necesaria
para resistir a todas las tentaciones
de codicia, poder y soberbia.
R/ Padre nuestro…

 

Líbranos, Señor

Líbranos, Señor, de la tentación
de seguir con nuestras viejas actitudes egoístas,
ya que ellas nos llevan sólo al mal del pecado.
Haznos fuertes en las pruebas de la vida
y confírmanos en la alegría
de saber que tú nos amas y aceptas
y que confías en nosotros
para preparar con esperanza
la gloriosa venida de nuestro Salvador, Jesucristo.
R/Tuyo es el Reino…

 

Invitación a la Comunión

Éste es Jesucristo, el Señor,
que experimentó nuestras pruebas y tentaciones
para hacernos libres para Dios
y los unos para los otros.
Dichosos nosotros de recibirlo
como nuestro ánimo y alegría.
R/ Señor, no soy digno…

 

Oración después de la Comunión

Oh Dios nuestro, siempre amable y paciente:
Te damos gracias por Jesús, tu Hijo.
Él nos ha dirigido palabras de paz, ánimo y perdón.
Él se ha entregado a nosotros como nuestro alimento.
Qué él sea nuestro compañero al caminar,
para que no tropecemos ni caigamos,
sino que, en las pruebas y en las caídas, nos conduzca
por caminos de conversión hacia ti y hacia los hermanos.
Y que ojalá nosotros nos apoyemos mutuamente
con el poder de Jesucristo nuestro Señor.

 

Bendición:

Hermanos: En esta eucaristía hemos celebrado la Alianza de Dios con nosotros por medio del bautismo. Pero no olvidemos nunca que su vínculo nos compromete también a entregarnos a nuestros hermanos y hermanas. Somos responsables unos de otros. Que no haya una necesidad que quede desapercibida; que no haya un grito que caiga en oídos sordos; que no haya una mano de nuestros hermanos que se nos tienda en vano. Quizás la conversión que más necesitamos es descubrir a nuestro prójimo y volvernos a él. Que el Señor nos ayude. Y para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

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