Viernes 2 de Mayo de 2025
Segunda Semana de Pascua
PAN PARA COMPARTIR - EUCARISTÍA
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús alimentó
a los que lo seguían en el desierto
y recibieron tanta comida como quisieron.
Que nosotros conozcamos y estemos convencidos
de que él puede llenar nuestra hambre y nuestro vacío,
no precisamente con regalos
que cubran nuestra necesidad concreta del momento
sino con el don de sí mismo.
Y que nosotros sepamos acoger a Jesús con todo el entusiasmo,
porque él es Señor y Dios nuestro
por los siglos de los siglos.
Primera Lectura: Hechos 5,34-42: No dejaban de anunciar el Evangelio
Los apóstoles fueron azotados por anunciar la Buena Noticia de la Salvación. Luego los dejaron en libertad. Alguien advirtió a quienes los querían silenciar que, si la suya era obra humana, iba a desaparecer sin más. Solo si era de Dios, se demostraría indestructible.
En aquellos días, un fariseo llamado Gamaliel, doctor de la ley respetado por todo el pueblo, se levantó en el sanedrín, mandó que hicieran salir por un momento a los apóstoles y dijo a la asamblea:
Evangelio: Juan 6,1-15: Repartió pan a los que quisieron
A los cristianos, como dice la letra de una conocida canción de nuestra liturgia, nos tendría que distinguir el hambre de Dios y un deseo irrefrenable de ser pan para el hambre de nuestro pueblo. Tendríamos que provocar más seguido el escándalo de compartir…
Oración de los Fieles
Señor Dios, que haces milagros en nosotros y en tu Iglesia con lo poco que tenemos para ofrecer, unimos nuestra voz para decirte: R/ Úsanos para saciar en el mundo el hambre de pan y hambre de ti.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús se entrega a sí mismo de nuevo
en estos signos de pan y vino.
Que él nos haga ser para nuestro prójimo
pan de ánimo, fraternidad y de justicia
y bebida de alegría y de paz.
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Tú ves con agrado
que tu Hijo permanezca con nosotros en la Eucaristía
de manera que así viva más cercano aún entre nosotros
en la vida de cada día.
Acepta nuestra acción de gracias
y que él continúe siendo nuestra fuerza
en el camino de la vida
hasta que lleguemos con él
a tu morada y a tu hogar celeste,
y así vivamos en tu alegría eterna,
oh Dios y Padre nuestro,
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Creemos en Jesús, nuestro Señor Resucitado. Él nos sustenta con su Palabra de vida; que ella sea para nosotros Buena Noticia de Salvación, que queremos experimentar y llevar a la práctica en nuestra vida. Él nos nutre también con su Pan de Vida. Que este Pan del cielo nos mueva a llevar amor, ayuda y servicio a cualquier necesitado. Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.
Recursos de discernimiento
Andrés habría sido un gran promotor de vocaciones. En el mar de cinco mil hombres (y posiblemente muchas mujeres y niños también), sus ojos vieron a un joven con algunos recursos. Hace falta un agudo sentido de discernimiento para identificar a los jóvenes con “cinco panes de cebada y dos peces” que podrían convertirse en alimentadores de cinco mil personas. Aunque Andrés no estaba seguro de la utilidad de esos pequeños recursos, hizo lo correcto: se aseguró de que el muchacho y Jesús se encontraran. El resto, como se dice, es historia. Cuántos milagros hemos abortado –como padres, ancianos, maestros, sacerdotes, religiosos, hermanos– y cuántas personas se han quedado sin ser alimentadas por la Palabra de Dios, por nuestra incapacidad o falta de interés para discernir y confiar en el potencial de nuestros jóvenes y acercarlos a Jesús.
Tú los panes pones
y es Jesús el que hace el resto
de tu parte un solo gesto
hará surgir soluciones.
El Señor busca el encuentro
que a veces hemos negado
enmendemos el pecado
facilitando el reencuentro.