Liturgia viva

El calendario litúrgico anual

Sexto Domingo de Pascua

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Domingo 5 de mayo, 2024

 

SEXTO DOMINGO DE PASCUA

 

Un Amor sin límites ni fronteras

 

“Como yo los he amado”

 

Saludo (Ver la Segunda Lectura)

El amor viene de Dios

y todos los que aman

han nacido de Dios y conocen a Dios.

Que Jesús, el Hijo de Dios,

que nos dio a conocer su Amor,

esté siempre con ustedes.

 

Introducción

 

1. Un Amor sin límites ni fronteras

Hoy se nos recuerda una vez más que el corazón del cristianismo es el Amor: amor a Dios, amor de unos para con otros. Jesús nos dice que tenemos que amarnos unos a otros como él nos ha amado. Éste es un amor muy exigente, ya que nos compromete a amar no sólo a los que nos caen bien y nos aman o son compañeros cristianos de las mismas ideas, sino también a los difíciles, a los “no atrayentes”, a gente que está muy lejos de ser perfecta, a los marginados, a los que sentimos extraños… Eso no es tan fácil, y esa es probablemente la razón por la que él lo llama “mandamiento”. Pidamos al Señor en esta eucaristía que crezcamos en esta apertura de auténtico Amor.

 

2. “Como yo los he amado”

Con frecuencia nos sorprendemos de lo creativo que puede ser el amor y de descubrirlo donde menos lo esperábamos. Causa sorpresa el que un marido adusto propicie a su esposa un gesto impredecible de ternura, o el que una pareja que vive en un barrio pobre adopte a un niño abandonado... El Amor de Dios, siempre sorprendente y asombroso, es la fuente de todo eso. Nos lo muestra él cuando renuncia a su propio Hijo por nosotros. Jesús siguió mostrándonos una forma humana del amor de Dios cuando se preocupó por la gente y dio nuevas oportunidades incluso a marginados y proscritos, a los no amados y a los “no atrayentes”. Hoy nos convoca a nosotros, sus amigos, y nos dice: “Ámense unos a otros como yo los he amado”. Con estas palabras nos desafía ahora, en esta eucaristía.

 

Acto Penitencial

Estamos todavía lejos de amar a los hermanos

como Jesús quiere que los amemos.

Pidamos al Señor y a los hermanos que nos perdonen.

                   (Pausa)

Señor Jesús, tú nos has amado

como el Padre te ha amado a ti.

Guárdanos en tu Amor.

R/ Señor, ten piedad de nosotros.

 

Cristo Jesús, el modo como nos has amado

consiste en que entregaste tu vida por nosotros.

Haz que vivamos y nos desvivamos los unos por los otros.

R/ Cristo, ten piedad de nosotros.

 

Señor Jesús, tú amaste a los débiles,

a los pecadores, a los que es difícil amar:

Suscita nuestro amor y hazlo como el tuyo.

R/ Señor, ten piedad de nosotros.

 

Por tu bondad, perdónanos, Señor,

y haz que nuestra característica, como Pueblo tuyo,

sea un amor siempre entregado y comprometido.

Y llévanos a la vida eterna.

 

Oración Colecta

Pidamos al Padre que no permita

que pongamos límites ni fronteras a nuestro amor.

            (Pausa)

Oh Dios bondadoso:

Tu nombre es Amor

y tú nos lo has revelado en toda su profundidad

cuando enviaste a tu Hijo al mundo

para ser sacrificado por nuestros pecados.

Por medio de Jesús, que nos llama sus amigos,

haz nuestro amor tan fuerte como la vida y la muerte;

que el amor tenga siempre la última palabra en nosotros

y que sepamos compartirlo gratis, como tú lo hiciste.

Que permanezcamos siempre en tu Amor

y nos amemos unos a otros como Jesús nos ha amado,

él, que es nuestro Salvador y Señor

por los siglos de los siglos.

 

Primera Lectura: Hechos 10,25-26.34-35.44-48 El Amor de Dios, abierto a todos

La señal que Dios da a Pedro y a la Iglesia de que acepta y ama a los creyentes que proceden del paganismo es que el Espíritu Santo desciende también sobre paganos.

En aquel tiempo, entró Pedro en la casa del oficial Cornelio, y éste le salió al encuentro y se postró ante él en señal de adoración. Pedro lo levantó y le dijo: "Ponte de pie, pues soy un hombre como tú". Luego añadió: "Ahora caigo en la cuenta de que Dios no hace distinción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que fuere".

Todavía estaba hablando Pedro, cuando el Espíritu Santo descendió sobre todos los que estaban escuchando el mensaje. Al oírlos hablar en lenguas desconocidas y proclamar la grandeza de Dios, los creyentes judíos que habían venido con Pedro, se sorprendieron de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los paganos.

Entonces Pedro sacó esta conclusión: "¿Quién puede negar el agua del bautismo a los que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?" Y los mandó bautizar en el nombre de Jesucristo. Luego le rogaron que se quedara con ellos algunos días.
 

Salmo Responsorial

Salmo 97, 1. 2-3ab. 3cd-4
R. (cf. 2b) El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
Cantemos al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria.
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
El Señor ha dado a conocer su victoria
y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios
su amor y su lealtad hacia Israel.
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
La tierra entera ha contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Que todos los pueblos y naciones
Aclamen con júbilo al Señor.
R. El Señor nos ha mostrado su amor y su lealtad. Aleluya.
 

Segunda Lectura: 1 Juan 4,7-10 Dios nos ama y nosotros nos amamos unos a otros

Dios nos amó de tal manera que su Amor tomó forma humana en Jesucristo. Desde entonces, nuestro amor hacia el otro es la señal del Amor de Dios y de su presencia en medio de nosotros.

Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él.
El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados.
 

Aclamación antes del Evangelio

Jn 14, 23
R. Aleluya, aleluya.
El que me ama, cumplirá mi palabra, dice el Señor;
y mi Padre lo amará y vendremos a él.
R. Aleluya.
 
 

Evangelio (Jn 15,9-17): “Ámense unos a otros como yo los he amado”

Jesús nos ama y quiere que permanezcamos en su amor y alegría guardando sus mandamientos.

 En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Como el Padre me ama, así los amo yo. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecen en mi amor; lo mismo que yo cumplo los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena.

Éste es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros como yo los he amado. Nadie tiene amor más grande a sus amigos que el que da la vida por ellos. Ustedes son mis amigos, si hacen lo que yo les mando. Ya no los llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a ustedes los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.

No son ustedes los que me han elegido, soy yo quien los ha elegido y los ha destinado para que vayan y den fruto y su fruto permanezca, de modo que el Padre les conceda cuanto le pidan en mi nombre. Esto es lo que les mando: que se amen los unos a los otros''.

 

Oración de los Fieles

Ya que Jesús es nuestro Amigo, podemos encomendarle a todos aquellos a quienes amamos y presentarle confiadamente las necesidades de aquellos a quienes deberíamos aprender a amar diciendo: R/ Señor, danos el don del amor.

  • Señor Jesús, haz que, en la comunidad de tu Iglesia, haya amor, amistad y confianza entre sus líderes y los fieles, y así te decimos…
  • Señor Jesús, que haya amor y amistad entre todas las personas y las iglesias que afirman que tú eres su Señor y Pastor. Que lleguen a ser realmente uno en ti, y así te decimos…
  • Señor Jesús, que el amor y la amistad reinen en todas nuestras comunidades de religiosos, para que todos sus miembros sean excelentes testigos de tu amor, y así te decimos…
  • Señor Jesús, que el amor y la amistad reine en todas las familias cristianas, para que los padres y sus hijos sean células vivientes de las que crezca en nuestro mundo más comprensión y más amor, y así te decimos…
  • Señor Jesús, que haya entre nosotros amor y amistad que abran nuestros ojos, manos y corazones a las necesidades y a las personas de los enfermos y de los que viven en soledad, de los pobres y de las víctimas de la injusticia, y así te decimos…
  • Señor Jesús, que haya amor y amistad en todas nuestras comunidades cristianas, para que la gente llegue a creer en ti cuando vea cómo nos amamos unos a otros, y así te decimos…

Señor Jesús, Amigo nuestro, queremos permanecer en tu amor y con él darnos calor humano unos a otros, pues tú eres Señor y Salvador nuestro por los siglos de los siglos.

 

Oración sobre las Ofrendas

Señor Dios nuestro, Padre amoroso:

Tu Amor se nos mostró con rostro humano

en tu Hijo Jesucristo.

Él nos mostró toda la profundidad de tu Amor y del suyo propio

entregando su vida por nosotros, sus amigos.

Mientras se da a sí mismo por nosotros como Pan de Vida,

que él sea nuestro alimento

en el camino de la vida y del amor,

no sólo cuando es fácil amar

sino también cuando resulta difícil ser fiel

y cuando el amor exige mucho sacrificio.

Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.

 

Introducción a la Plegaria Eucarística

Alcemos nuestros corazones y nuestras voces a nuestro Padre bondadoso por habernos amado antes de que nosotros pudiéramos amarlo. Con Jesús, signo máximo del Amor de Dios hacia nosotros, ofrezcamos al Padre nuestro deseo y voluntad de dejar que su amor se derrame sobre todos los hermanos.

 

Invitación al Padre Nuestro

Con Jesús, nuestro hermano,

oremos juntos a nuestro Padre del cielo

que nos ama con un amor tan grande

que nos dio a su propio Hijo:

R/ Padre nuestro…

 

Líbranos, Señor

Líbranos, Señor, de todas formas de egoísmo

que nos cierra a nuestros hermanos.

Mantennos libres de todo pecado

que ponga en peligro el amor entre nosotros

y concédenos la paz de la unidad.

Haznos atentos y abiertos a todos,

mientras esperamos con gozosa esperanza

la venida gloriosa de nuestro Salvador Jesucristo,

R/ Tuyo es el Reino…

 

Invitación al Signo de la Paz

Que el saludo de paz que nos damos hoy sea expresión de nuestro genuino amor mutuo, y que a él sigan muchos otros signos, gestos y detalles de amor en la vida diaria. Que la paz del Señor esté siempre con ustedes.

 

Invitación a la Comunión

Éste es nuestro Señor que dijo:

“Ámense unos a otros como yo les he amado”.

Dichosos nosotros invitados a la mesa del Señor,

mesa de amor y de unidad.

R/ Señor, no soy digno…

 

Oración después de la Comunión

Oh Dios y Padre nuestro:

En esta celebración eucarística

nos ofreces una nueva prueba de tu Amor

al darnos a tu Hijo y a su Espíritu.

Jesús ha fortalecido nuestro amor.

Acepta, Padre, nuestra acción de gracias

y suscita lo mejor en nosotros,

para que demos rico fruto

de amor confiable y fiel.

Que tu Santo Espíritu nos una

para construir comunidad todos juntos

y vivir en tu amor y alegría

ahora y por los siglos de los siglos.

 

Bendición

Hermanos: Sabemos que Dios nos ama y que quiere vivir entre nosotros. Él nos llama sus amigos, sus escogidos. Respondamos a su Amor sin medida. Estamos seguros de que amamos a Dios y él está presente entre nosotros cuando nos amamos unos a otros. Que Dios nos dé la fuerza para hacerlo. Y para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.

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