Viernes 14 de Julio
SAN CAMILO DE LELIS, Sacerdote
Memoria Opcional
Introducción
Después de una juventud más bien turbulenta y de hacer la carrera militar, Camilo de Lelis se vio obligado a internarse en un hospital de Roma para un tratamiento prolongado. Allí descubrió por sí mismo la incompetencia y falta de dedicación de los enfermeros de su tiempo. Más tarde se ordenó sacerdote y fundó una congregación (Camilos) para ayudar a los enfermos, especialmente los incurables. Uno de sus compañeros escribió su biografía. En ella describe cómo trataba a los enfermos como si fueran otros Cristos, incluso pidiéndoles perdón.
Oración Colecta
Oh Dios, Padre de vida y amor:
Hoy te damos gracias por San Camilo,
que visitó a tu Hijo en los enfermos.
Él hubiera querido tomar sobre sí mismo
sus enfermedades y sufrimientos,
o al menos mitigar sus dolencias
y aliviar sus debilidades.
Esta es, Señor, la clase de amor
que pedimos para nosotros
y para la que no nos sentimos todavía capaces.
Pero haz que en el rostro de los que sufren
veamos el rostro mismo de Jesús
que provoque en nosotros un amor generoso
que se olvida de sí mismo y se entrega a los demás.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo,
tu Hijo, nuestro Señor.
Gén 46,1-7.28-30: «Puedo morir en paz»
Sal 37: El Señor es quien salva a los justos
Mt 10,16-23: «El Espíritu hablará por ustedes»
En aquel tiempo dijo Jesús a los apóstoles: «Miren, yo les envío como ovejas en medio de lobos: sean astutos como serpientes y sencillos como palomas. 17¡Cuidado con la gente!, porque les entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. 18Les harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y los paganos. 19Cuando les entreguen, no se preocupen por lo que van a decir; 20pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre hablará por ustedes. 21Un hermano entregará a la muerte a su hermano, un padre a su hijo; se rebelarán hijos contra padres y los matarán. 22Serán odiados por todos a causa de mi nombre. Quien resista hasta el final se salvará. 23Cuando les persigan en una ciudad, escapen a otra; les aseguro que no habrán recorrido todas las ciudades de Israel antes de que venga el Hijo del Hombre».
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios y Padre nuestro:
Unimos nuestras voces y nuestros corazones
para participar en el sacrificio de tu Hijo.
Te pedimos que sepamos asimilar en nosotros
su disposición interior y sus actitudes;
que con él te amemos intensamente a ti
y te sirvamos generosamente en nuestros hermanos.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios, Padre nuestro:
Tú nos muestras en tu Hijo Jesús y en los santos
lo lejos que puede llegar el amor.
Por la fuerza de esta eucaristía,
y motivados por el ejemplo de San Camilo,
ayúdanos a no poner límites ni condiciones
a nuestro afecto y generosidad
y ayúdanos también a arriesgarnos, con Jesús,
a entregarnos generosamente
en las manos de nuestros hermanos.
Que los abusos de confianza no nos desalienten,
que la indiferencia de los otros
no provoquen rechazo en nosotros,
ya que tú nos has amado hasta el fin
en Cristo Jesús, nuestro Señor.
Sabemos que Jesús mismo es la fuente de nuestra conversión. Que en las alianzas para hacer el bien está nuestra fuerza. Que el Señor anima esa comunitariedad solidaria que no se encierra en sí misma sino que se abre a la acción del Espíritu.
Con una actitud humilde, sin imponer nada, debemos re-encantar a quienes sueñan con un modo distinto de vivir en este mundo: debemos anunciar con alegría, con alma y vida, la Buena Noticia que es capaz de hacer nuevas todas las cosas..