Lunes 5 de Febrero, 2024
Quinta Semana del Tiempo Ordinario
Un Dios tan cercano que lo podemos tocar
Oración Colecta
Dios todopoderoso y sanador:
en tu Hijo, Jesucristo, nos has mostrado
lo que significa ser plenamente humano
y le permites llevar a todos los que lo reciben
la curación del perdón y la vida.
Deja que nos toque con sus manos salvadoras
y deja que nos diga su Palabra restauradora
para que nos haga íntegros y libres
y para que, con él, luchemos contra todo mal
y servirte a ti, nuestro Dios vivo
y al pueblo que nos has confiado.
Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.
Primera lectura:1 Re 8,1-17.9-13: Llevaron el arca de la alianza al Santísimo y la nube llenó el templo
La Primera Lectura describe el traslado del Arca de la Alianza, morada de Dios, de Sión a Jerusalén, al Templo construido por el rey Salomón. Dios viene a tomar posesión de su templo y promete hacer de él su morada para siempre.
Sal 132: “Levántate, Señor, ven a tu mansión”
Oración de los Fieles
Oración sobre las Ofrendas
Dios todopoderoso:
al presentar ante ti
estos dones de pan y vino,
te damos gracias con Jesús y por medio de él
por la curación que le permites traer a nosotros.
Sigue tocándonos con tus suaves manos
y diciéndonos tus amables palabras
que nos restauran y nos crean de nuevo.
Inspíranos a vivir unos para otros
y para ti, nuestro Dios vivo,
ahora y siempre
por tu Hijo, Jesucristo,
Señor y Dador de Vida.
Oración después de la Comunión
Señor, Dios nuestro
dejaste que tu Hijo se hiciera uno de nosotros
y a través de él, puedes comprender plenamente
las penas y las alegrías que experimentamos.
Por la fuerza y la curación, nos ha traído hasta aquí.
Que nos acerquemos los unos a los otros
y compartamos la risa y el dolor de los demás.
Y cuando las palabras nos fallen
estemos cerca de los que sufren
en respetuoso silencio,
por la gracia de aquel que está cerca de nosotros
y nos cura de todos nuestros males,
Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición
Como personas sanadas por el toque de Jesús, convirtámonos en sanadores los unos de los otros, con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Este relato es catalogado como un sumario de la actividad misionera de Jesús. Asistimos con él a un escenario de vulnerabilidad humana no muy distinto al de nuestro entorno actual. Todo proceso de fe pasa del ver o admirar al palpar o experimentar, hasta llegar a testimoniar o encarnar. Aunque muchas personas buscan a Jesús para sanarse sin comprometerse, otras permanecen con él para convertirse en discípulas; quieren participar de esa experiencia sanadora de Jesús colaborando con su proyecto. Jesús se sabe instrumento de Dios y sabe de dónde le viene la fortaleza y la salud que comparte. El papa Francisco nos llama siempre a la proximidad, a la compasión y a la ternura en contextos donde han ido ganando terreno la indiferencia y indolencia. Recordemos que Jesús, cuando entra en contacto con personas agobiadas por el mal, busca reconstruir su dignidad y reincorporarlas a la comunidad. ¿Hasta dónde, como Iglesia, nos hemos dejado conmover entrañablamente por las personas empobrecidas, excluidas y enfermas?