El Evangelio
según San Marcos
Parte 1. Introducción
Videos por el Fr Claudio Doglio
Voz original en italiano, con subtítulos en Inglés, Español, Portugués & Cantonés
Videos subtitulados y doblados en los mismos idiomas también disponibles.
1. Introducción
Marcos es el primero de los cuatro evangelistas en haber compuesto un texto ordenado en el que cuenta la gran experiencia de Jesucristo. Marcos es discípulo de Pedro, su colaborador.
La antigua tradición lo presentó como ‘hermeneutés Petru’ = intérprete, traductor. De él no sabemos muchas cosas, pero su nombre aparece en los Hechos de los Apóstoles, se llamaba Juan. Marcos es un segundo nombre; pertenecía a una familia aristocrática y sacerdotal de Jerusalén. Los dos nombres, uno de origen judío y el otro de tradición romana habla de la doble situación en la que las personalidades de una familia noble llegaron a encontrarse en el mundo judío.
Por un lado, mantenían las tradiciones de los padres, por el otro, querían estar abiertos al nuevo mundo, a la nueva cultura, al régimen político dominante de Roma. Juan, llamado Marcos, se encontró viviendo en una situación particular la experiencia de Jesús. No debe haberlo conocido directamente durante su vida terrenal, pero tuvo la suerte de encontrar a los discípulos de la primera comunidad cristiana en su casa.
Con mucha probabilidad, de hecho, lo que llamamos la Casa del Cenáculo’ era su casa. Fueron los padres, probablemente los padres de Marcos, los que acogieron a Jesús para lo que fue la última cena, una celebración pascual en la inminencia de su arresto. Tenemos un detalle en el texto del evangelio de Marcos que conserva un detalle ignorado por todos los otros evangelistas.
Un pequeño detalle que podría ser insignificante si no fuera particularmente interesante. Lo encontramos en el capítulo 14, en los versículos 51 y 52. Durante la escena de Getsemaní, mientras Jesús es arrestado, se dice: “Le seguía, también, un muchacho cubierto sólo por una sábana. Lo agarraron; pero él, soltando la sábana, se les escapó desnudo”. ¿Quién es este joven? ¿Por qué los otros evangelistas ignoran este detalle? ¿Qué sentido puede tener en la historia general de la pasión según Marcos?
No tenemos una respuesta cierta a estas preguntas, pero podemos proponer una hipótesis. Es una hipótesis probable que ese joven sea el propio Marcos; y podría ser la forma en que el autor literario del texto firmó su trabajo. Es una forma en que a menudo los artistas se reproducen dentro de una gran obra; también se aplica a los pintores, a directores de cine. En este caso, Marcos pudo haber querido subrayar, ‘incluso aunque desde lejos yo también estuve allí’.
¿Qué podría haber sucedido esa noche? El joven llamado Marcos fue testigo desde lejos a la llegada de ese grupo de hombres para la cena de Pascua en su casa. Notó que salieron entrada la noche y, evidentemente intrigado, los siguió, solo tenía una sábana; así que se había desvestido para ir a la cama, práctica típica de los ricos porque en la antigüedad los pobres solían dormir vestidos.
Sin vestirse, solo con una sábana sobre los hombros, este joven sigue al grupo de hombres que descienden las escaleras de una escalinata que todavía es visible hoy, en la colina de Sión, en Jerusalén, hasta el fondo del valle del Cedrón y luego sigue a Jesús y sus discípulos hasta el lado opuesto, en el jardín de los olivos, llamado Getsemaní, donde está el molino de aceite.
Mientras Jesús se aleja para rezar, el joven lo puede observar. Podemos imaginar la escena en un olivar, con una luna llena, brillante pues es la noche de Pascua, por lo tanto, noche de luna llena. Hay un silencio particular cuando de repente llegan los soldados y arrestan a Jesús. Hay un fuerte alboroto; el joven está escondido un poco lejos detrás de un árbol, y de repente siente que alguien pone una mano sobre su hombro; es un soldado que lo detiene, pero el joven es rápido y deja en la mano del soldado la sábana; el joven huye desnudo, regresa a casa y probablemente no dice nada, excepto que después de muchos años contará este detalle para hablar sobre su presencia en la historia de Jesús.
Después de la tragedia de la muerte de su Maestro, los discípulos son recibidos como invitados en esa casa y permanecen allí hasta Pentecostés. En Pascua Jesús se hace presente a los discípulos en el Cenáculo. Cincuenta días después, todavía están allí y el Espíritu Santo sorprende a los invitados de esa casa, que prácticamente se había convertido en su sede, la sede principal de la primera comunidad cristiana.
Y Marcos vio el nacimiento de la iglesia en casa, por lo tanto, conoció directamente a Pedro y a los demás, y asistió al comienzo de la predicación. Y si hubo simpatía hacia ese Maestro por parte de sus padres, lentamente se convirtió en fe, en total adhesión. Marcos, perteneciente a una noble familia aristocrática y sacerdotal, debe haber continuado sus estudios, pero durante sus estudies cuando era adolescente, nosotros diríamos estudios de teología o de derecho canónico, en la escuela del templo frecuentado por sacerdotes nobles, se acompaña con la experiencia de la primera predicación cristiana.
Marcos tiene la oportunidad de formarse culturalmente para arraigarse en la tradición de Israel, pero ahora su corazón está del otro lado. La cabeza sigue la predicación de los apóstoles y él mismo se adhiere a la fe cristiana. Acompaña a Bernabé, su primo, en una primera misión apostólica junto con Pablo. Por tanto, abandona Jerusalén y comienza esa actividad misionera.
Hay un momento de dificultad durante ese primer viaje; en un cierto momento, Marcos decide detenerse y regresa a Jerusalén. La segunda vez Pablo ya no lo querrá junto a sí. En cambio, Bernabé, decide llevarlo consigo y parten para una nueva misión. Si en el año 30, año de la Pascua, de la muerte y resurrección de Jesús, Marcos es un joven de unos diez a quince años, cuando la misión comienza a lo largo de los años 40, él es un hombre de unos veinte años; y los años siguientes sin duda Marcos está dedicado a esta misión apostólica, de la proclamación del Evangelio.
No podemos seguirlo porque no tenemos información en los Hechos de los Apóstoles o de otras fuentes, excepto que los documentos antiguos de los Padres testifican que su obra literaria tuvo lugar en Roma, cuando Pedro todavía estaba presente. Pedro murió mártir en el año 64, por lo tanto, podemos plantear la hipótesis que la obra literaria de Marcos tuvo lugar en la capital del imperio, en Roma a principios de los años sesenta cuando, por ejemplo, Marcos llega a la capital junto con Pedro y Pablo.
También están allí Bernabé, Lucas, Tito, Timoteo y varios otros personajes. La comunidad cristiana de Roma es una comunidad viva en el sentido que se está expandiendo, hay nuevas personas que son bienvenidas dentro de la comunidad, pero estos simpatizantes deben ser formados para convertirse en catecúmenos, es decir, se inscriben en el catecismo, necesitan capacitación para conocer a Jesús y poder adherirse a su persona. Deben prepararse para el bautismo. Con toda probabilidad el evangelio según Marcos nació como un texto formativo para los catecúmenos de Roma.
Una hipótesis recientemente presentada por un erudito belga, un benedictino, Benoit Standaert, ve en el libro de Marcos una posible Hagadá pascual cristiana. Su reciente libro lo ha llamado, además del nombre del autor, con una fórmula ambigua y algo extraña: “Marcos, Evangelio de una noche, Evangelio para la vida”. Confieso que cuando vi el anuncio de la publicación no entendí este título, tuve que leer el libro para comprender y apreciar la hipótesis propuesta.
‘La noche’ sería la de Pascua. En la tradición hebraica, la cena pascual judía está acompañada de una ‘historia', que en hebreo que se llama ‘hagadá’. Significa simplemente ‘historia´. Es la historia de la partida de los israelitas de Egipto, con muchos detalles y particulares agregados por la tradición.
Ahora, la comunidad cristiana que ha preservado el vínculo con la familia judía, mantuvo la fiesta de Pascua, la costumbre de una celebración nocturna con una cena que se convierte en la Eucaristía. Pero en aquella ocasión, no se podía leer simplemente el recuento del Éxodo; era necesario narrar el nuevo éxodo, es decir, lo que le había sucedido a Jesucristo y que fue decisivo para la nueva fe cristiana.
Había necesidad de una ‘hagadá’ cristiana, de un relato pascual que tuviese como centro el evento de Jesucristo. Es por eso que podemos llamarlo: ‘evangelio de una noche’ porque probablemente fue propuesto como una lectura integral, completa, para esa cena pascual, para esa misa nocturna del Sábado Santo, diríamos ahora.
La lectura completa de esta historia (el Evangelio según Marcos) dura alrededor de una hora y media. Es la ocasión cumbre en la que los catecúmenos escuchan la historia de Jesús y al final dan su asentimiento y con la profesión de fe se adhieren a Jesús, celebran la Pascua descendiendo a las aguas del bautismo y saliendo como nuevas criaturas. El Evangelio de una noche, se entrega a los catecúmenos para que se convierta en un ‘evangelio para la vida’. Por lo tanto, lectura litúrgica de una noche, pero un instrumento para formar toda la vida.
Entonces, Marcos habría pensado en un texto catequético formativo para los aspirantes cristianos, un texto que se convierte en litúrgico, pero la función es un instrumento catequético formativo. Ese texto básico es para toda la vida retornando al texto para asimilar la mentalidad de Jesucristo.
En esa ocasión, en los años sesenta en Roma, las diversas autoridades presentes deben haber encomendado a Marcos la tarea de redactar este texto. Es posible que lo eligieran a él porque estaba particularmente dotado para este tipo de obra literaria. No parece, sin embargo, que Marcos compusiera este texto comenzando de cero su texto. Mejor decir que lo ha reelaborado, de hecho, hablamos de ‘redacción’. Debían existir otros textos.
Probablemente circularon al menos dos colecciones de enseñanzas y acciones de Jesús, que eran dos versiones distintas en griego de un original semítico, escrito en Jerusalén en los primeros años, tal vez por el propio Mateo, el ex recaudador de impuestos que sabía leer y escribir. Ese evangelio primitivo de los doce, en lengua semítica, fue llevado a las misiones, a Antioquía, a Grecia, fue traducido al griego y sufrió numerosos retoques y tuvo numerosas adiciones.
En Roma, a principios de los años sesenta se encontraban muchos personajes autorizados que habían trabajado en estos primeros borradores. Puede nacer allí la idea de reunir este material y dar vida a un solo texto que recogiese esta predicación apostólica sobre Jesús. Y Marcos era un redactor capaz que recopiló este material dando un matiz muy personal con pequeños retoques editoriales significativos, brillantes, vivos que dan una caracterización particular en sus páginas.
Aunque se ha dicho en el pasado que el Evangelio de Marcos es el primero, por lo tanto, el más cercano a los hechos, el más histórico, el más esencial, no debemos partir de una idea incorrecta de un Marcos como autor de la crónica factual. Marcos interviene en el texto e introduce retoques, agrega meditaciones y es capaz de pinceladas simbólicas de primer nivel. Regresamos a ese detalle del joven que huye desnudo al abandonar la sábana en manos del soldado.
Dije antes que podría ser una imagen autobiográfica, pero no quita un inmenso valor simbólico del detalle. Imaginen esa noche de luna llena entre los olivos, un soldado que sostiene una sábana en su mano y en el valle, un joven que huye desnudo. Es un anticipo de la resurrección. En la mañana de Pascua, en la tumba vacía, encontrarán solo una sábana. Los soldados que habían hecho la guardia, tienen en sus manos solamente una sábana; pero el cuerpo del Cristo huyó desnudo. Es una imagen teológica bíblica; se refiere a un pasaje del profeta Amós que anuncia la desnudez del bautismo: los catecúmenos se desvisten, bajan al agua, resurgen nuevos y están cubiertos con una túnica blanca.
También el detalle autobiográfico puede adquirir un valor teológico y simbólico y dar a todo esto, a este espléndido y breve evangelio de Marcos, la connotación de texto litúrgico para la noche de Pascua y de documento catequético para toda la vida.